Las elevadas tasas medias de paro españolas se acentúan en grupos sociales como las mujeres, los jóvenes, los inmigrantes o los adultos con escaso nivel de formación. Sus miembros se enfrentan a mayores dificultades de inserción laboral y padecen el triple riesgo de perder con mayor probabilidad sus empleos, permanecer desempleados durante largos periodos de tiempo y solo lograr trabajos discontinuos, inestables y precarios. Tras esas dificultades se encuentran tres circunstancias que indican el camino a seguir para poner remedio a los problemas.
En este artículo, dentro de la colaboración mensual en el Levante EMV «Viaje a la Dignidad», el economista Francisco Pérez analiza como la formación, el entrenamiento y el acompañamiento son tres claves para hacer frente a este problema.
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