Adela Cortina dice mucho una frase que me encanta, y en la que creo profundamente, y que es:
“Lo que es necesario es posible, y tiene que hacerse real”
Esta frase resume a la perfección nuestro día a día en Novaterra. “No sabíamos cómo lo haríamos, pero sabíamos que era necesario, y por eso, lo hicimos”, recoge nuestra sabía formadora Pepa.
Puede que no seamos los más eficientes, es algo en lo que todavía trabajamos, pero a eficacia no nos gana nadie. Lo que tiene que salir, siempre sale. Y lo que impera, siempre, siempre, siempre, siempre, en cualquier decisión, es la persona, su necesidad, su bienestar, su acompañamiento, salir adelante juntas.
La persona en el centro, pero de verdad, no como lema muy bonito que colgar en la pared, sino como máxima en cada decisión y acción realizada, es una de las grandes fortalezas de Novaterra. Todo gira a su alrededor. Por eso, cuando el 14 de marzo el mundo se detuvo, nuestro mundo, el mundo Novaterra, empezó a girar de otro modo.
De manera casi instintiva, todo el equipo estuvimos en sintonía. Se nos venía algo gordo, pero no íbamos a parar. Por mucho que el contacto personal fuera el 100% de nuestro trabajo.
Otras entidades, empresas colaboradoras, incluso los medios de comunicación, nos han llamado para preguntarnos cómo lo hemos hecho, cómo hemos pasado de presencial a virtual con tanta rapidez y flexibilidad, y con tan pocos recursos. Y hoy, casi dos meses después, en equipo, en virtual, por supuesto 😉 hemos podido hacer un poco de balance juntas, en equipo.
Y hemos llegado a una conclusión, y es que la fórmula Novaterra no es más, ni menos, que esa capacidad de hacer equipo, de complementarnos, de remar todas a una, por ellas, por cada una de las personas que están en el centro de nuestro mundo, y que han iniciado su viaje, su recorrido hacia la inserción socio laboral, eligiendo Novaterra para ir de la mano.
«El confinamiento nos ha permitido poner incluso más foco y atención en lo que hacemos, sin distracciones ni ladrones del tiempo». Dedicarles todo el tiempo y atención a cada una de las personas participantes de itinerario. Quién nos iba a decir, como reconocía nuestra querida Mavi, “que entraríamos en la casa de las personas de itinerario y ellas en las nuestras”. Un “regalo” de confinamiento.
También hemos descubierto la capacidad y las habilidades tecnológicas, las suyas, y las nuestras. Muchas veces somos nosotras mismas las que creemos que nos es posible. Con gran agilidad y entusiasmo hemos ido derrocando barreras, dotando de dispositivos móviles a quien lo necesitaba, conexiones a internet, charlas pedagógicas sobre TIC. Ensayo, prueba, error, como dice nuestra formadora Pepa. Cosas que ni imaginábamos que sabríamos hacer, y juntas lo hemos resuelto.
“Novaterra es nuestra casa, tenemos un arraigo poco común. La llevamos en el corazón y por eso nos fluyen las cosas. Somos más que un equipo, familia”, destaca Mila, nuestra veterana con más de veinte años a sus espaldas dedicados a Novaterra.
“Novaterra tiene la particularidad de un enorme compromiso y trabajo en red, un espíritu que la hace grande. Y a la vez, unas enormes ganas de aprender, de mejorar, de experimentar y de innovar. Algo que no es tan habitual en otras entidades”, destaca Charo, la más tardía en incorporarse al equipo, pero que siente esa maravillosa energía.
Por eso nos preguntan desde otros sitios…Porque saben, intuyen, sienten, que aquí se mueve un algo especial. Un algo que funciona. Un algo que en tiempos de Coronavirus, nos ha permitido estar a vuestro lado. Hemos aprendido las fórmulas más rápidas para estar cerca. Porque eso es lo que nos caracteriza. Estar ahí.
Quizá no de la mejor manera, quizá no de la más efectiva, pero no hemos desaprovechado estos dos meses, no los habéis desaprovechado, las que no habéis podido acabar vuestros cursos, las que no podréis hacer vuestras prácticas no laborales, las que os quedasteis con vuestro Plan de Ruta a punto de comenzar. No hemos desaprovechado estos dos meses, ni lo haremos con los que quedarán por delante. Lo haremos de otra manera, pero lo haremos, porque es necesario, y tendrá que hacerse real.
Y sin duda, todo lo que hemos, lo que estamos aprendiendo juntas, nos servirá en esa “nueva normalidad” que seguiremos transitando unidas.
Fdo. Carmen Martí, Responsable de Comunicación de Fundación Novaterra, y admiradora profunda de su equipo 😉